¿Qué es la Fascitis Plantar?
La fascitis plantar es una banda ancha y fuerte de tejido situada en la planta del pie que comienza en el antepié y se inserta en la parte posterior del talón.
¿Cómo se produce?
La fascitis plantar es con frecuencia el resultado de una sobrecarga, tanto por correr demasiada distancia sin descanso como por saltar sobre los talones en exceso.
Las distensiones en ocasiones se localizan en la porcion media del arco, pero son más frecuentes en su inserción en el talón. En algunos casos la fascia plantar puede romperse parcial o totalmente durante la actividad física.
Antes se pensaba que era la existencia de un espolón en el talón, aunque con frecuencia se ve en la radiografía la causa de la fascitis plantar, sin embargo el espolón se localiza por encima de la inserción de la fascia, lo cual indica que éste parece no ser la causa del dolor
Sintomas.
La fascitis plantar se caracteriza por dolor localizado en el interior del talón, y es un tipo específico de dolor que se produce normalmente por la mañanas al levantarse de la cama. A menudo los deportistas describen este dolor como pisar “una alfombra de chinchetas que se clavan en los talones”. En los primeros pasos no se puede poner los pies en el suelo, luego, se puede hacer lentamente.
Estas molestias durante los primeros pasos ocurren debido a que durante el sueño el pie esta colgando situado en una posición de flexión plantar, por eso al iniciar la marcha los pies se extienden hacia arriba (dorsiflexión) lo cual provoca presión sobre la fascia plantar e irrita el tejido ya inflamado.
Tratamiento.
El tratamiento de la fascitis plantar está sujeto a controversia debido a que existen multiples diferentes modelos de ortesis de descarga disponibles en el mercado para aliviar esta dolencia. Un estudio americano realizado por la Sociedad Ortopédica del Pie y Tobillo demostró que el 90% de los casos se curan en nueve meses, independientemente del tratamiento que se escoja.
Los deportistas suelen tratar de utilizar plantillas de soporte, fisioterapia, un vendaje nocturno para mantener el pie en dorsiflexión, etc.
La curación de la fascitis suele ser lenta y frustrante en ocasiones, pero el mejor tratamiento es el reposo. En algunos casos, la mejoría no se evidencia, necesitando infiltraciones de esteroides, terapias de ondas de choque o incluso liberación quirúrgica de la fascia.