Christoph Kramer fue el jugador revelación de la temporada pasada de la Bundesliga, con el Borussia Monchengladbach . Procedente del Bochum de la segunda división alemana con el objetivo de aumentar la competencia en el mediocampo defensivo, Kramer no sólo alcanzo su objetivo, sino que se hizo con un puesto fijo en el equipo, hasta tal punto que en la actualidad es la estrella del «Gladbach», aunque está cedido por el Bayer Leverkusen por dos años.
Kramer es un mediocentro de 23 años, diestro y de un portero físico tan impresionante como su capacidad para multiplicarse en tareas por toda la medular del Borussia Monchengladbach . Corpulento gracias a su 1,90 de altura, es el pivote que da equilibrio desde labores de contención, ruptura, destrucción y, sobre todo, robos de balón en líneas de pase rival y en lectura táctica muy bien automatizada y aprovechada gracias a su fuerza y a su presencia. Posee gran zancada, mucha capacidad de trabajo y un desarrollo físico muy por encima de lo que suele ser habitual en una Bundesliga que últimamente no explota este tipo de jugadores y que hacía tiempo que no generaba referentes con este corte (seguramente los últimos han sido los hermanos Lars y Sven Bender). Pero además, todo ello no está reñido con una buena capacidad técnica. Si uno revisa las estadísticas, comprueba que la mayoría de primeras jugadas y pases iniciales en transición ofensiva, nacen de sus pies, reflejando así su habilidad para mover el balón y ayudar en creación, porque su capacidad técnica es igualmente muy destacable.
Tras explotar en la temporada 2013-2014, Joachim Low se lo llevó al Mundial de Brasil 2014 , confirmando su meteorico ascenso y jugando como titular la final ante Argentina, sustituyendo la baja de Khedira por lesión. El resto de la historia es conocida: Alemania ganó el Mundial y por lo tanto Kramer es campeón del mundo, siendo el primer jugador del Gladbach que gana la Copa del Mundo desde 1974 (Wolfgang Kleff, Berti Vogts, Herbert Wimmer, Rainer Bonhof, Jupp Heynckes).