Jürgen Klinsmann es uno de los grandes delanteros europeos de todos los tiempos. Jugó en el Stuttgart (1984-1989), en el Inter de Milán junto a Andreas Brehme y Lothar Matthaus (1989-1992), en el Mónaco (1992-1994), Tottenham Hotspur (1994-1995), Bayern de Munich (1995-1997) Sampdoria (1997) y Tottemham Hotspur (1998).
A nivel de clubes, ganó una Bundesliga con el Bayern de Munich (1996 y 1997), una Copa de la UEFA con el Inter de Milán (1990-1991) y otra con el Bayern (1995-1996). Con la selección alemana, participó en tres Eurocopas (1988, 1992 y 1996) y tres mundiales (1990, 1994 y 1998). Ganaría el Mundial de 1990 y la Eurocopa de 1996.
En el año 1990, en el que Alemania ganó el Mundial de Italia, los tres alemanes del Inter quedarían entre los 10 primeros puestos del Balón de Oro, que lo ganaría Lothar Matthaus, siendo Brehme el tercer claisificado, probablemente por marcar el gol de la final, y Klinsmann en sexto lugar. A nivel individual, Klinsmann fue el máximo goleador de la Bundesliga en la temporada 1987-1988, mejor jugador alemán del año 1988 y 1994, jugador del mes de Agosto de 1994 de la Premier League, mejor jugador de la Premier League de 1995, onde ideal de la Premier League de la temporada 1994-1995.
Era un delantero completo. Muy rápido (corría los 100 metros en 11 segundos), dominador del juego aéreo, intuitivo, competitivo y con un gran talento de cara a portería. Así, triunfó en el durísimo y ultradefensivo Calcio de finales de los 80 y principios de los 90, en el Mónaco, especialmente en el Tottenham y en el Bayern, así como en la Mannschaft. Especialmente en los Spurs porque en ese club se convirtió en un ídolo histórico. Tanto es así que se llegaron a acabar las «n» para las camisetas con su nombre y tiene una estatua de cera en el Museo de cera de Madame Tussaud de Londres.
Así mismo, con 15 goles en la temporada 1995-1996, ha ostentado hasta la temporada 2010-2011 el record de goles en la competición de la Copa de la UEFA. Dicho record fue batido por el colombiano Radamel Falcao. Klinsmann siempre tuvo un idilio con dicha competición, que ganó dos veces y de la que fue finalista en otra ocasión, con el Stuttgart y frente al Napoles de Maradona (1988-1989). En relación con dicho partido, Klinsmann mencionaba que en el calentamiento no podían dejar de mirar a Maradona haciendo malabares con el balón, lo que es totalmense comprensible e incluso lógico.